Por Paola Vázquez @Paola3Vazquez
Hablar de la sexualidad ancestral en la India es hablar de una tradición y forma de vida. Las prácticas sexuales en la India tienen una raíz cultural fundada en la cosmovisión e identidad de este pueblo; la sexualidad era para los hidúes en la antigüedad un arte, es decir, un aprendizaje que se domina con maestría y cuidado, basado en un amplio conocimiento ancestral que buscó potenciar el placer y el disfrute de la sexualidad.
El sexo en India era una cuestión pedagógica, la enseñanza estaba regulada y desde que las mujeres eran niñas eran instruidas en las artes de la seducción: la danza, la música, el canto, el adorno. El rol femenino implicaba preocuparse por la belleza del cuerpo propio y garantizar el placer en el acto sexual; inmersas en una sociedad innegablemente patriarcal, las mujeres debían tener el conocimiento y la instrucción para adornar sus propios cuerpos y dar placer a otros.
La tradición sexual estaba ligada a una visión religiosa, el hinduismo como filosofía y un estilo de vida que se manifiesta en mandatos sobre cómo orar, lavarse, comer, incinerar a sus muertos, vestirse, hacer negocios y comportarse sexualmente. La sexualidad es en la filosofía tántrica un ritual, un ejercicio sagrado del placer y el cuerpo, vía para conectarse con el goce propio, con el otro y con la divinidad. “Kamasutra” significa “aforismos de la sexualidad o el placer sexual” y es por ello un libro que muestra las enseñanzas de un placer sagrado y un amor divino.
Del Kamasutra a la prohibición del sexo en India
Este libro ancestral y representativo de la cultura antigua de la India está compuesto de 36 capítulos que abordan el sexo y su importancia para el hombre y la mujer. En el libro se muestra un compendio de reglas, consejos y normas sobre el acto sexual y las formas de ejercerlo: el juego, el orgasmo, la elección de una esposa y la conducta de ésta, la seducción y la atracción sexual. Inclusive el adorno del espacio donde se realizaría el encuentro: las flores, los alimentos, los aromas, las ropas, el adorno del cuerpo complementan un delicioso ritual que es vía para el disfrute sensual.
La civilización hindú dio tributo a la sensualidad del cuerpo y legó al mundo un célebre tratado; sin embargo, actualmente la tradición y enseñanzas son muy distintas a las que en aquella época se practicaban. Acorde a la visión ancestral, la mayoría de los hindúes no sólo tenía una sexualidad más plena, sino más abierta; el matrimonio era un vínculo opcional en la antigua India y eran aceptadas todas las formas de relación sexual basadas en el deseo libre de unión de la pareja.
La importancia del sexo en India se demuestra en manifestaciones como el Kamasutra y las esculturas con formas eróticas que adornan las paredes de los templos más importantes del país, como en Khajuraho, pueblo donde se encuentra el mayor conjunto de templos hinduístas famosos por sus esculturas eróticas, considerado Patrimonio mundial de la humanidad, o el Templo del sol de Konark, al Este de la India.
Las imágenes están basadas en la filosofía tántrica, en la cual las fuerzas del sexo femenino y masculino se equilibran. En el hinduísmo era racionalmente considerado parte esencial de la vida, y estos templos tenían una importancia artística, pero en la época actual en que se ha visto recrudecida la moral del país, los templos apenas han podido salvarse de la destrucción. Desnudez, orgías y demás se muestran sin tapujos como señal de una sociedad ancestral abierta a este tipo de prácticas, que contrastan con la India de hoy.
Cuando los musulmanes llegaron a la India, en el siglo VIII, y más adelante con la llegada de los ingleses y la cultura occidental, el matrimonio se convirtió en un convenio con un lazo económico, legal y convencional basado en arreglos acorde a castas e intereses familiares. Anteriormente, la fidelidad matrimonial no era una norma rígida, sin embargo, al hacerse legal, el matrimonio pasó a convertirse en un pacto sobrio y celoso de la castidad.
La mojigatería de la tradición victoriana se adentró en la sociedad hindú y vulneró las tradiciones ancestrales, cambió la forma de expresión de la sexualidad y reprimió las manifestaciones públicas de los afectos amorosos. Hacia 1947, cuando la India logró su tardía independencia, los valores morales de los ingleses habían sido ya arraigados en la sociedad y adoptados por la élite política, que dictó leyes y normas acorde al tipo de relaciones sexuales tolerables por la ley.
Del Kamasutra a la prohibición del sexo en India
A partir de la colonización inglesa, la India se convirtió en un país conservador y es irónico que una cultura que dio enormes aportes al mundo en relación al conocimiento del cuerpo y la sexualidad, sea actualmente una de las más conservadores y represivas. No puede dejarse de lado que en la tradición hindú se promovía la exaltación de la mujer en relación a su deber sexual, lo cual puede ser interpretado como una forma de represión y estandarización del rol femenino.
Actualmente la sexualidad en India se ha convertido en un tema tabú, la expresión sexual ha cambiado desde la época del Kamasutra hasta la actualidad: las manifestaciones de afecto casi no se realizan de manera pública, los matrimonios se llevan a cabo exigiendo la virginidad de las mujeres y éstas se han convertido en un sector sumamente vulnerable sobre el cual se ciñe la violencia psicológica y física.
Hoy en India los acosos a mujeres son una problemática común entre la población, y las violaciones y ataques sexuales ascienden a miles cada año; la desinformación ha fomentado enfermedades como el VIH que se propagan principalmente entre la población homosexual. La educación sexual ya no se ejerce de la manera tradicional, por tradición oral, la sexualidad es tema tabú que no se habla en las familias y en las escuelas se omiten estos temas; cabe señalar que la masturbación en las mujeres es un tema socialmente mal visto.
Las mujeres hindúes padecen además de una doble represión: la primera que las obliga a un rol de género en el que se espera que sean amas de casa dedicadas al hogar, dejando de lado sus metas laborales; la segunda es una obsesión relacionada al colonialismo occidental por la piel blanca que conlleva la discriminación hacia las nativas frente a las extranjeras.
Además de lo anterior, la represión sexual ha causado dos problemass sumamente expandidos y de consecuencias agudas para la sociedad hindú: la prostitución y el sida. En sitios como Calcuta se hallan las zonas más grandes de prostitución en Asia, como el barrio de Sonagachi.
Del Kamasutra a la prohibición del sexo en India
Asimismo, desde la colonización inglesa, la represión hacia los homosexuales se potenció. A pesar de que en la antigüedad la filosofía hindú admitía la existencia de un “tercer sexo”, en medio del femenino y masculino, llamado “hira”, el cual se muestra en libros sagrados como el Kamasutra, el Raayana y el Mahabarata, la homosexualidad fue mal vista por los británicos y hacia 1986 se impusieron leyes contra la homosexualidad. En el periodo posterior a la independencia hubo una apertura al tema, sin embargo para 2013 se se reinstauraron dichas medidas, considerándose ilegal el sexo entre homosexuales en contra de un “orden natural”, bajo pena de 10 años de cárcel.
Hacia 2014, después de amplias movilizaciones sociales por los derechos de la población homosexual, la legislación hiduísta reconoció a los transexuales como un “tercer sexo”, parte de la tradición.
Es paradójico que en 2014, también la India estuvo entre los mayores consumidores de material pornográfico, lo cual refleja una amplia represión sexual. Desde pequeños, los niños y niñas crecen separados y la mayoría de los matrimonios son concertados, por lo que se exige la virginidad de las jóvenes, por esto, las mujeres mantienen cubierto el cuerpo y se limitan a las labores domésticas para honrar a la familia.
Sin embargo, la periodista Swetambara Chaudhary ironiza sobre la situación actual: “el sexo es personal, como la violencia doméstica”. Muchas mujeres no sólo padecen la represión sexual, sino violencia doméstica y familiar si llegan a vulnerar el “honor” de la familia.
La cultura de la India ha legado a Occidente una herencia en relación a la comprensión del cuerpo y la sexualidad, sin embargo la condición de las mujeres en India no se ve beneficiada. Es urgente resolver problemáticas actuales en torno a la violencia y los prejuicios morales que no sólo limitan, sino vulneran los derechos fundamentales de las mujeres. Debemos partir de que alrededor del mundo las tradiciones sobre el sexo son diversas, y si bien, no es válido enjuiciar desde fuera a otra cultura, debe tenerse presente que corresponde a cada pueblo y cultura liberarse de los prejuicios que la aquejan. La lucha por el libre ejercicio de sus derechos sexuales y el disfrute libre del placer.
“El placer más grande que uno pueda experimentar, es sólo un indicio de las posibilidades del alma”.
Kamasutra.
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